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Historia[]

El Batallón-V original era un grupo de partisanos que luchaban en la Francia de la Segunda Guerra Mundial contra la ocupación nazi, liderados por un soldado británico enmascarado llamado Ciudadano V. Pero todos ellos acabaron siendo asesinados por el genio nazi Barón Zemo.

Al terminar la guerra, Roger Aubrey, un superhumano que había luchado tras la líneas enemigas bajo la identidad del Destructor, horrorizado por lo que había presenciado, continuó viéndose afectado por la guerra. Con la ayuda de su compañero y amante, Lord Brian Falworth, alias Unión Jack, y su hermana Jaqueline, alias Spitfire, ayudaron a reconstruir Londres y pasaron los siguientes años persiguiendo criminales de guerra nazis, con la ayuda de la Banda Brava de Symkaria. Tras encontrarse a finales de los 40, con el Escuadrón de Vencedores, un grupo de superhumanos americanos, Aubrey decidió crear una fuerza superhumana de lucha contra el crimen a escala internacional. Así, fundados por las fortunas de Aubrey, Falsworth y el aventurero Thomas Halloway, el Ángel, con varios antiguos aventureros como Consejo de la Penitencia dirigiendo, y docenas de soldados y agentes, se estableció en el Castillo Masada de Symkaria el nuevo Batallón-V, en honor al grupo original, con la amante del Ciudadano V original como agente principal, con el nombre de Ciudadano V.

En 1953, Falsworth murió en un accidente de coche. A partir de entonces, Aubrey decidió hacer del Batallón-V el objetivo de su vida, dedicándose obsesivamente en cuerpo y alma no sólo a perseguir criminales, sino a seguir su visión particular de hacer del mundo un lugar mejor, e impedir que los peores elementos de la civilización la destruyan.

Durante los siguientes 50 años, el Batallón-V actuó en el más absoluto de los secretos, atacando preventivamente cuando era necesario, indiferentes a fronteras o leyes. El Batallón-V no sólo ha luchado contra amenazas terrestres, ha repelido invasiones extraterrestres y extradimensionales e impedido una guerra entre humanos y mutantes. Obteniendo tecnología alienígena en sus aventuras, así como la tecnología humana más avanzada de parte de Nathaniel Richards, Howard Stark y sus hijos, el Batallón-V tiene probablemente la tecnología más avanzada del planeta, que usaron para construir su nave-cuartel, el Vanguard, en 1971.

Con el tiempo, los miembros del Consejo de la Penitencia han ido cambiando, algunos dimitiendo, otros muriendo, y otros cambiando su manera de servir al Batallón, como Reb Ralston, que llegó a ser senador de Estados Unidos, dándole influencia política al Batallón-V. Para reemplazarlos, los hijos de los originales han ocupado sus puestos, al igual que pasa en el resto de la organización. Con el tiempo, el Consejo de la Penitencia ha ido actuando cada vez menos en misiones, sobre todo tras la aparición de una nueva generación de aventureros superhumanos, dejándole la acción a las tropas y al Ciudadano V, puesto que fue heredándose, hasta que el último de la línea, John Watkins III sufrió un accidente que le dejó en coma.

En años recientes, un nuevo Ciudadano V no afiliado al Batallón-V apareció liderando un nuevo grupo de héroes, los Thunderbolts. El Batallón-V decidió no actuar mientras actuó noblemente, pero cuando reveló ser el Barón Helmut Zemo, hijo del asesino del Ciudadano V original (habiendo elegido la identidad como insulto al Batallón-V), el Batallón tuvo que actuar. Nombrando a la nieta de uno de los primeros soldados del Batallón, Dallas Riordan, como la nueva Ciudadano V, la enviaron a combatir a Zemo y a los Thunderbolts.

Tras varias misiones exitosas, el Consejo de la Penitencia ordenó a Riordan que matara a Henry Peter Gyrich, uno de los dirigentes de la Comisión de Actividades Superhumanas, que pretendía matar a todos los superhumanos de la Tierra. Riordan se negó, y escapó del Batallón-V. Finalmente, la encontraron pidiendo refugio en el Monte Charteris, el cuartel general de los Thunderbolts. Dándose a conocer a los Thunderbolts, exigieron a Riordan, pero estos se negaron. Durante el conflicto, Riordan desapareció, abducida por uno de sus enemigos, y ésto alimentó el malentendido entre Thunderbolts y Batallón-V, que terminó con el Consejo de la Penitencia combatiendo al grupo de villanos pasados a héroes, hasta que ambos grupos se dieron cuenta de que el otro no era una amenaza.

Justo entonces, Watkins salió del coma, y volvió a su puesto hereditario como el séptimo Ciudadano V. Sin que nadie lo supiera, en la mente de Watkins estaba Helmut Zemo, cuyo cuerpo había sido asesinado por ordenes de Gyrich. (Irónicamente, Gyrich eligió llamar Azote a su asesino, nombre que ya había tenido una organización de justicieros liderada por el antiguo miembro del Consejo de la Penitencia Thomas Halloway) El Batallón-V entonces puso en marcha un plan de contingencia para detener a Gyrich, creando junto a la Comisión un grupo de Redentores, criminales a los que se les ofrecía la oportunidad de pagar por sus crímenes, para detener a Gyrich. Liderados por Ciudadano V, y con la ayuda de los Thunderbolts y un liberado Azote, los Redentores detuvieron a Gyrich.

Pero se descubrió que Gyrich no actuaba por su propia voluntad, sino que estaba influido por el antiguo nazi Barón Strucker, usando nanotecnología capaz de controlar a las personas. Strucker ahora pretendía ir un paso más allá, y llenar el mundo de nanobots, a los que controlaría mediante un comando de audio, obteniendo así el control del mundo. El Batallón-V descubrió su plan, rastreando a sus proveedores de tecnología, y mientras el Consejo de la Penitencia trataba de desbaratar el lanzamiento de nanobots, Ciudadano V derrotó a Strucker, y trató de reprogramar el comando de audio para controlar a los nanobots en caso de que fueran lanzados, sólo que en vez de con la voz de Aubrey como eran sus ordenes, Zemo lo pretendía hacer con la suya. Finalmente, el lanzamiento fue detenido gracias al sacrificio de Helmut Gruler, alias Cruz de Hierro.

Tras todo esto, el Consejo de la Penitencia se encontraba en un estado de desarraigo. Aubrey estaba cada vez más deprimido y obsesionado con la idea de obtener la paz mundial mediante cualquier medio necesario. Barstow comenzaba a sufrir de Alzheimer, y la mayoría de los demás componentes del Consejo de la Penitencia eran demasiado jóvenes. Incluso Watkins, que en una misión con los Redentores se había librado de la influencia de Zemo, era excesivamente rebelde en su puesto como Ciudadano V.

Todo esto culminó en una operación en la que el Batallón-V tenía que detener a la Eternidad, un grupo de dioses renegados antes de que causaran genocidio para recuperar su inmortalidad mediante un ritual. Durante la misión, Ciudadano V le entregó el control de un país al terrorista Sin Banderas, Aubrey estuvo a punto de matar a toda la población de China, Fuego Dorado murió combatiendo al Hombre Colectivo, y finalmente, el líder de la Eternidad, Marduk, le robó el alma a Aubrey. Pero Ciudadano V y el Batallón-V pudieron detener a la Eternidad, mientras el alma de Aubrey se liberaba del control de Marduk. Tras la misión, la experiencia había cambiado a Aubrey, que decidió dimitir para buscar la paz que no había encontrado en 60 años como Destructor, y nombró como su sucesor a James Hammond, que había sido la Antorcha Humana, el primer aventurero superhumano de los 40, y cuyos valores morales pensaba Aubrey que podrían darle una mejor dirección al Batallón-V.

Poco después, los motores alienígenas del Vanguard comenzaron a emitir radiación cósmica y a absorber materia en una especie de agujero blanco. Antes de que pudieran hacer nada, el Batallón-V perdió a muchos de sus operativos y a dos de sus tres superhumanos, Nuklo y Peonza en el vacío. Ciudadano V tuvo que pedir ayuda a los Thunderbolts, y finalmente pudieron detener la amenaza, pero a costa de destruir el Vanguard. Sin su nave, con el Castillo Masada destruido en la crisis, y con parte de sus operativos desaparecidos en combate, el Batallón-V había sufrido un duro golpe, pero previsoramente, tenían muchos recursos escondidos, que pueden usar para reconstruir el Batallón-V y poder seguir su lucha secreta por la paz y la justicia.

Descripción[]

El Batallón-V es una organización ultrasecreta independiente, dedicada a hacer justicia y a salvar a la humanidad de sus propias tendencias destructivas. El Batallón-V tiene su base en Symkaria, y actúa preventivamente en cualquier parte del mundo, atacando y marchándose rápidamente.

Organización[]

El Batallón-V es una pequeña fuerza de combate, compuesta en total por 250 soldados, técnicos, ingenieros y científicos. El Batallón está liderado por el Consejo de la Penitencia, un grupo de antiguos héroes uniformados que combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Los puestos en el Consejo de la Penitencia, y en el resto del Batallón se transmiten de padres a hijos, aunque se pueden hacer excepciones.

Los Equipos de Operaciones del Batallón-V se dividen en: El Equipo de Vapor, que es el Departamento de Investigación y Análisis Científico, compuesto por 56 expertos en todos los campos de estudio científico; Los Arados, que son el Departamento de Investigación, Desarrollo y Despliegue de Armas, que se encarga de la creación, desarrollo, manufactura, mantenimiento y entrega del armamento del Batallón-V, tanto convencional como exótica; y el Equipo Tuerto, el Departamento de Análisis de Comunicaciones, que lleva todo el espionaje, codificación, decodificación, papeleo, administración de empresas y trabajo legal. Una subdivisión de los Tuertos son los Trumps, una junta de seis banqueros e inversores cuya misión es hacer que el dinero del Batallón-V gane más dinero que pueda ser reinvertido en su causa.

El Batallón-V estaba alojado en el Castillo Masada en Symkaria, aunque buena parte de sus operaciones transcurrían en el Vanguard. El Vanguard era un transporte móvil que contenía tecnología alienígena deducida por Howard Stark y Nathaniel Richards, e ingeniería avanzada proporcionada por Tony Stark y Reed Richards, sin que ellos lo sepan. Combinaba tecnología humana extrapolada de Shield e Hydra junto con artefactos construidos a partir de tecnología hallada en naves alienígenas, incluidos Skrulls, Arcanos, Kree, Badoon y Shi'ar, además de motores extraídos de una nave de origen desconocido. El Vanguard medía aproximadamente siete pisos de alto y tres manzanas de ancho, de timón a mástil y de popa a proa. En su centro se encontraba el Puente del Abismo, el puente de mando desde donde el Consejo de la Penitencia veía y controlaba todas las operaciones del Batallón-V.

Tras la destrucción del Castillo Masada y del Vanguard, se desconoce si el Batallón-V usará una nueva base, o si reconstruirán lo que tenían.

Parafernalia[]

Equipamiento[]

Armas[]

Transporte[]

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